Me at the zoo

El 23 de abril de 2005 Jared Karim, uno de los tres fundadores de YouTube, subió el primer video a la red social que un año más tarde sería adquirida por Google a cambio de 1.650 millones de dólares. El fragmento de 18 segundos se titula Me at the zoo y muestra a Karim hablando a cámara acerca de los elefantes que tiene a sus espaldas, en el zoológico de San Diego.

Se trata de una pieza audiovisual que no se destaca por su calidad de imagen ni de sonido, como tampoco por el contenido. Sin embargo, a quince años de su publicación acumula 123.827.139 reproducciones y 10.628.010 comentarios, mientras que el canal creado por Karim cuenta con 1.300.000 suscriptores.

De acuerdo a la información proporcionada por la compañía, a la fecha YouTube es un gigante que ostenta estas cifras:

- 2.000 millones de usuarios (especialmente enfocados en el segmento de 18 a 34 años);

- tomando sólo en consideración la versión para dispositivos móviles, YouTube llega a más personas de esta audiencia (18 a 34) en Estados Unidos que cualquier cadena de TV;

- los espectadores pasan más de 1.000 millones de horas diarias en la plataforma y generan miles de millones de visualizaciones;

- cuenta con versiones locales disponibles en 91 países;

- más del 70 % del tiempo de visualización de YouTube procede de dispositivos móviles;

- el número de canales con más de un millón de suscriptores ha aumentado más de un 65 % de un año a otro.

Y estos son algunos de sus records:

- el video musical más visto de la historia es Despacito, con 7.000 millones de reproducciones;

- Justin Bieber es el artista cuyo canal oficial acumula la mayor cantidad de suscriptores (58.7 millones);

- Adele, con su canción Hello es la artista que menos tiempo tardó en llegar al billón de reproducciones (87 días).

Más allá de las cifras y estadísticas, YouTube destaca por haberse convertido en una plataforma que supera ampliamente el rubro entretenimiento. Se trata de un espacio que muchas marcas ya han explorado para establecer vínculos con sus audiencias a través de contenidos pre producidos como así también para la transmisión de eventos en vivo.

En tiempos en los que las empresas pelean por obtener espacios de relevancia, esta red social ofrece un ámbito de escucha para conocer, vía big data, preferencias de sus consumidores, y así generar mensajes adecuados para esos públicos.

Eso sí, como sucede con todo canal de comunicación que se abre, resulta fundamental que cuente con un propósito y que haya continuidad a través de nuevos contenidos. De lo contrario, se convierte en una puerta que se cierra. Porque Me at the zoo hubo y habrá uno solo.

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