Los discursos de odio, ¿se combaten desde las mismas redes sociales o por fuera de ellas?

¨Hace meses que me planteaba dejar Twitter. El pasado 3 de marzo me decidí a probarlo, con la excusa de que era mi cumpleaños. La prueba piloto ha sido un éxito, así que hoy anuncio que dejo Twitter con carácter indefinido.¨ El mensaje fue subido el 11 de abril de este año y pertenece a Ada Colau, Alcaldesa de Barcelona, cuya arroba de Twitter @AdaColau tiene 918.000 seguidores. El inicio de su actividad en la red de los actuales 280 caracteres data de enero de 2010. Es decir, se trata de una persona que ha recorrido un largo camino en la virtualidad del pajarito.

El hecho invita a pensar una vez más acerca de los motivos por los cuales una persona (en este caso una figura pública) decide abandonar una red social. Algo de ello lo explica la propia Ada en su carta de despedida: ¨Por desgracia, en los últimos años es sabido por todos que la red se ha llenado de perfiles falsos y anónimos que intoxican e incitan al odio.¨ Y esa realidad, con la cual convivimos todos los que usamos Twitter, ya sea de un modo más activo o en modo ¨estoy mirando¨, no nos puede resultar ajena.

Los climas que se generan en ciertos ámbitos condicionan nuestra voluntad de participación. Y en las redes sociales esto se potencia notablemente. Nadie quiere quedar expuesto a insultos y maltratos por el simple hecho de expresar una idea o una opinión. Y es por ello que muchos lo piensan dos veces antes de emitir un comentario, por más trivial que sea el tema sobre el cual lo van a hacer.

En ese sentido, Twitter parece haberse convertido en una de las redes con mayor violencia y circulación de discursos de odio. Cabe preguntarse si la resistencia o el combate hacia esa toxicidad se debe dar desde el interior de la propia red, o si por el contrario se la debe vaciar de usuarios para que se convierta en un reservorio de haters.

¿Existe la posibilidad de aislar o encapsular a quienes derraman odio, o se trata de un daño colateral propio de la dinámica de las redes?.

Por mi parte, y para evitar las críticas de perfiles anónimos, para opinar sobre Twitter elegí hacerlo desde Medium.